domingo, 5 de diciembre de 2010

Arte cubano en Madrid: Entrevista a Raymaluz González Nieblas



La galería madrileña Luz & Suárez del Villar, ubicada en la céntrica barriada de Chueca, resulta en este instante uno de los espacios de exhibición y comercialización más serios especializados en arte cubano dentro del contexto español. Su nómina, integrada por creadores como Alejandro Campins, Michel Pérez, Niels Reyes, Adriana Arronte (entre otros), así como la selección y programación de sus exposiciones, evidencian un riguroso conocimiento del arte cubano actual, al tiempo que demuestran coherencia y claridad en lo que a perfil, objetivos y proyecciones estéticas respecta. El hecho de privilegiar el arte más novel de la Isla, unido a la seriedad de sus gestiones promocionales y de marketing, han hecho que, en solo un par de años de existencia, la galería goce de gran respeto y admiración entre las promociones de artistas más jóvenes de Cuba, quienes ven en Luz & Suárez del Villar un recinto en el que se hallan representados y avalados en su justa dimensión. Conversar con uno de sus directores, Raymaluz González Nieblas, pudiera arrojarnos ciertos datos e informaciones de interés que tributen a una mejor comprensión del trabajo actual y las perspectivas futuras del espacio…


Rayma, desde el momento de surgimiento de la galería hasta hoy, ¿cuáles son los principales retos y dificultades que han tenido que afrontar, teniendo en cuenta que se trata de un espacio muy joven? ¿Cuáles han sido las satisfacciones?

Tomando en consideración que una galería de arte es en primer lugar una empresa (somos mercaderes del arte aunque a algunos les parezca peyorativo), lo más difícil ha sido insertarnos y posicionarnos en el mercado, hacer que esos coleccionistas potenciales o reales se giren hacia nosotros. El gran coleccionismo, aquel que realizan museos, instituciones, fundaciones y grandes coleccionistas privados, es muy reticente a la hora de apostar por galerías jóvenes, prefieren esperar para ver cómo evolucionan y cómo se van perfilando en el mercado, sobre todo cuando, como en el caso nuestro, también los artistas con los que trabajamos en su gran mayoría son jóvenes. La estrategia es ir atrayendo a coleccionistas privados con pequeñas colecciones, gente amante del arte y que compra por placer y no por inversión y poco a poco ir abriendo el camino.

La mayor satisfacción es ver cómo al cabo de estos dos años de trabajo la galería ha ganado en prestigio y credibilidad. Cada vez se nos acercan más artistas interesados en nuestro espacio y cada vez más coleccionistas preguntando por los artistas que representamos y por el arte cubano en sentido general. Siempre pensé que era un cliché cuando algunas personas decían "esto te da más fuerzas para seguir adelante", y al cabo de estos dos años he podido comprobar que es verdad, es como si te llenaran de energía.


¿Por qué trabajar con artistas cubanos?

En primer lugar porque somos cubanos, y es un entorno que dominamos y conocemos, y porque creemos profundamente en la altísima calidad del arte que se realiza en Cuba. En segundo lugar porque viviendo en España nos dimos cuenta que era un pequeño nicho de mercado que podíamos aprovechar. Hoy existen en España varias galerías que comercian con arte latinoamericano, incluyendo a algunos creadores cubanos, pero "Luz y Suárez del Villar" es la única galería que comercia con arte mayoritariamente cubano, y cuando digo cubano es el arte hecho por cualquier artista cubano desde cualquier parte del mundo. Aún así quisiéramos dejar claro que no pretendemos establecer ninguna especie de guetho ni nada por el estilo, en nuestro espacio tienen cabida también artistas de otras nacionalidades. De manera puntual programamos exposiciones con estos artistas estableciendo siempre un punto de conexión con Cuba, ya sea desde el punto de vista estilístico o conceptual. Por ejemplo, en una ocasión expuso en nuestro espacio el gran artista egipcio Khaled Hafez, a partir de un proyecto presentado por una curadora cubana.


Hablábamos de que la nómina de la galería la integran mayormente creadores bien jóvenes, lo cual implica una gran responsabilidad y cierto margen de riesgo a la vez. ¿Cómo valoras este fenómeno?

Apostamos por los jóvenes por dos cuestiones fundamentales. La primera, porque hemos seguido y estudiado con detenimiento a la llamada “Generación 00'”, o sea, la generación surgida en esta primera década del siglo XXI, y nos parece interesantísimo el trabajo que vienen realizando estos artistas. Algunos de ellos han reivindicado la pintura como expresión artística, y lo han hecho con inteligencia, sin concesiones, con un discurso renovador, desenfadado y fresco. Es una generación menos prejuiciada desde el punto de vista del método y asumen los diferentes recursos expresivos de manera abierta. Una generación que ya ha visto el mercado como algo establecido, algo que está ahí y con lo cual han aprendido –aun siendo estudiantes– a convivir, y no han sucumbido a sus "encantos". Es una apuesta, efectivamente, muy arriesgada, pero que a la larga trae más satisfacciones. Por supuesto que también trabajamos con artistas consagrados, como es el caso, por ejemplo, de Rocío García o Carlos Estévez; incluso pensamos aumentar de manera discreta y muy selectiva la nómina de artistas legitimados, pero el grueso será siempre de emergentes, eso nunca cambiará.


¿Cuál es el perfil ideo-estético que se ha trazado la galería como estrategia?

Nos interesa un arte fresco, renovador, desprejuiciado, que apueste por la experimentación y la investigación. Un arte muy situado en lo contemporáneo y que mire al futuro, utilizando todos los recursos que nos brinda el contexto y la época en que se realiza, sea cuál sea su discurso.


¿A qué sector de mercado se dirigen fundamentalmente? ¿Cómo definirías al cliente potencial o promedio de la galería?

A nosotros como galería (y como empresa que depende de los ingresos) nos interesa que todo el que pueda permitirse comprar arte y que se sienta atraído por nuestro producto compre, pero trabajamos de manera enfática por desarrollar el instinto coleccionista en aquellos jóvenes con sensibilidad y gusto por el arte. En la época de bonanza económica que vivió España y de algún modo el mundo en sentido general, surgieron muchos jóvenes profesionales con buenos ingresos, conocimientos y sensibilidad por el arte que empezaron tímidamente sus colecciones y hoy han logrado orquestar algunas muy interesantes. A esos destinamos la mayor parte de nuestros esfuerzos en esta primera etapa. Más adelante, y a medida que la galería se vaya estableciendo y posicionando en el mercado, nos iremos diversificando y destinando estrategias hacia un mercado más potente que lo forman los museos y otras instituciones.

Hoy el perfil de clientes de nuestra galería son los profesionales de éxito con gran afición por el arte que ya de algún modo conocen el mundo del coleccionismo y saben lo que quieren, aunque de vez en cuando se acercan otros atraídos única y exclusivamente porque de manera puntual les ha gustado una obra. Es importante que los jóvenes sepan que no necesariamente hace falta tener grandes fortunas y ni altos ingresos para coleccionar arte. El coleccionismo de arte es un mundo fascinante y la mayoría de las galerías ofrecen una amplia gama de precios asequibles a casi todos los bolsillos. Todo aquel que en algún momento haya comprado una obra de arte con criterio y selectividad ya es un coleccionista en potencia.


¿Cómo valoras el coleccionismo y la recepción del arte cubano en España?

Hay varias vertientes, pero en sentido general es bastante endogámico. A nivel de profesionales del arte se conoce y se valora bastante el arte cubano, sobre todo aquel que se hizo en los años 80' y 90' y en menos medida el de otras épocas. A nivel del coleccionista promedio, aquel que lleva ya tiempo coleccionando, mucho menos, y desafortunadamente siguen viendo el arte cubano y latinoamericano como folklore. Es una realidad con la que tenemos que convivir y luchar para revertir esa mentalidad. Eso sin hablar de que muchas instituciones a la hora de comprar van a las mismas galerías de siempre, cosa que me parece lógica porque esas galerías han hecho un trabajo encomiable en este país. Nos toca ahora a las galerías jóvenes demostrar que lo que hacemos y vendemos es bueno. Otras galerías tienen en su nómina a artistas cubanos como Bedia, Garaicoa, Alexander Arrechea, Tania Brugueras y otros, pero desconozco los resultados comerciales que han tenido con ellos.


¿En materia de promoción y marketing, cuáles son los principales mecanismos y canales que emplean?

Internet, Internet e Internet, y en menor medida la publicidad en algunas revistas especializadas. También la labor conjunta con los comisarios; ellos son los que, con sus proyectos curatoriales, te mueven a tus artistas. Hay que tener un dominio casi perfecto del perfil de cada comisario e informarle constantemente sobre los artistas con los que trabajas. Pero insisto que hoy por hoy si no estás en Internet, no existes. Tener un mailing importante, mantenerte informado, estar en las redes sociales es hoy día una herramienta imprescindible del marketing. En la actualidad si no trabajas con Internet a tiempo completo estás literalmente en el medioevo.


Me gustaría que caracterizaras muy sucintamente aquellas exposiciones que consideras han sido las de mayor impacto entre las exhibidas por la galería, tanto por la calidad de las obras como desde el punto de vista promocional, comercial, de público o de la crítica especializada.

Uyyyyy eso es muy difícil!! Es cómo cuando le preguntas a un artista cuál es su obra favorita o a una madre a cuál hijo quiere más. Viene siendo algo parecido. Aún así podemos hablar de exposiciones como las de Michel Pérez, Alejandro Campins, Rocío García, Carlos Estévez o la recientemente inaugurada de Osvaldo González, con una gran aceptación de público y de crítica. El trabajo promocional lo hacemos escencialmente igual para todos, sólo la proyección del artista, su currículum y el conocimiento que de él tenga la crítica y el público en general, es lo que marca determinados aspectos de la estrategia promocional. No es lo mismo hacerle promoción a un artista como Carlos Estévez que hacerlo a los emergentes. Con los segundos hay que hacer más trabajo de persuasión, tocar algunas puertas…es sólo cuestión de estrategia, no de intensidad.


¿Cuáles creen son las cualidades que deben definir a un buen galerista?

Ser un excelente comunicador, demostrar dominio del tipo de arte que vendes, muchas relaciones, y convencer.


¿Cómo ha sido la relación y el diálogo con los artistas? ¿Algunas anécdotas de interés?

Ya sé por dónde vienes y no voy a contestar, ja, ja.
Los artistas, los verdaderos artistas, son seres difíciles, neuróticos, egocéntricos en su mayoría, pero a la vez encantadores, inteligentes, con un mundo fascinante. Por suerte tengo “buena mano” para lidiar con los artistas porque soy muy paciente y abierta, aunque a veces tenga que cogerlos de las manos y regresarlos a la tierra e incluso me hagan llorar. Vivo enamorada del arte y de los artistas y nada ni nadie podrá revertir esto. Mi especialidad es la promoción cultural y mi vida estará siempre vinculada al arte, eso lo tengo claro. Me resulta extraño cuando llego al ISA y los estudiantes me tratan de usted cuando debería ser al contrario. El arte merece para mí todo el respeto y la admiración del mundo.


¿Proyecciones y perspectivas futuras?

Hoy por hoy el proyecto futuro de cualquier galería –como de cualquier empresa– es aumentar el volumen de venta, mantenerte y persuadir a los coleccionistas de que el arte y los artistas que intentas promocionar y vender valen la pena. Pero sobre todas las cosas, hacer que en España, y por consecuencia en Europa, ese maravilloso arte cubano siga siendo valorado en su justa dimensión. Es el sueño de mi vida.