miércoles, 11 de abril de 2012

Los seis grandes problemas de la Bienal de La Habana:







1.     El equipo de curadores es siempre el mismo (los especialistas del Centro Wifredo Lam), mientras en otras bienales estos mutan, y se incluyen curadores invitados. Dicha situación hace que se repitan –edición tras edición– puntos de vista, orientaciones estéticas y conceptuales, vicios, clichés, etc. Y esto ocurre no porque los nuestros sean malos curadores, para nada, sino porque los mismos cerebros pensando el modelo bienal cita tras cita, obviamente es algo que ha de traer consigo redundancias. Claro, el tema es complejo. Preguntarse por qué en nuestra bienal los comisarios organizadores no han variado desde hace muchos años, equivaldría a cuestionarse por qué el país se ha mantenido detenido en el tiempo por más de 5 décadas. Y la respuesta es espinosa, ya sabemos. El inmovilismo parece ser nuestro fatum, el destino insular, en todas las esferas.
 

2.     Su retraso siempre es tal, que más que una “bienal”, se ha convertido en una auténtica “trienal”. Sus organizadores deberían pensar en cambiarle el nombre.
 

3.     Los artistas que participan casi nunca son los más representativos o de vanguardia en el contexto de los países del Sur, sino más bien autores “epigonales” o de “segunda”.


4.     Las carencias financieras y logísticas para la transportación de las obras o su producción in situ (en la Isla, quiero decir) hacen que muchas veces determinadas ideas originales y creativas de los artistas queden convertidas en mediocres experimentos con materiales baratos y fácil realización, diferentes por completo de la iniciativa primera. Todo ello en aras de superar los “obstáculos” económicos.
 

5.     Las muestras “colaterales” y las realizadas por los artistas en sus propias casas o estudios (al margen de cualquier programa) suelen resultar mucho más interesantes que el “cuerpo central” de la bienal, cada vez más deficiente. Lo cual debería ser a la inversa, como es lógico. Aunque bueno, los “rechazados” generalmente se esfuerzan más por lucir y destacar, tiene sentido. La pregunta es por qué muchos “rechazados” con un talento descomunal no son invitados. Claro, esto acaba convirtiéndose en una virtud para ellos, en un elemento a su favor. Ser relegado por el “canon” oficial es algo que seduce sobremanera a los ojos de los coleccionistas que llegan a la Isla a propósito del macro-evento. Me consta que muchos de los que piensan asistir a la oncena jornada ya no pretenden ni siquiera asomarse a las exposiciones previstas por el comité organizador; me han comentado que solo les interesa ir a los estudios de los artistas, y que, por lo demás, están cansados de “más de lo mismo”. Fenómeno curioso, para estudiar con detenimiento.
 

6.     Los temas escogidos como pretextos o pies forzados para la creación terminan siendo siempre muy ingenuos, trasnochados, elementales. Trillados. Por lo general, las obras mejores son las que acaban ignorando olímpicamente ese lastre temático. Las que tratan de ajustársele casi nunca han corrido con mucha suerte, más bien han resultado forzadas, como “cogidas por los pelos” en su posible vínculo con el slogan. Muchos se preguntan hoy día si es necesario que la bienal tenga un tema, o si es esta otra manía de sus núcleos de poder.
 
Reparemos, por ejemplo, en el eje temático de la próxima cita, a celebrarse entre mayo y junio de 2012: “Prácticas artísticas e imaginarios sociales”. Hasta ahí, ningún problema, en apariencia. Pero cuando se lee la nota de prensa o comunicado emitido por el comité organizador, se descubre algo desconcertante: “Es imprescindible escuchar el ruido de la calle: se pretende salir de los sitios sacralizados en busca del transeúnte…”. A estas alturas del campeonato eso de abandonar los “sitios sacralizados” en busca de la calle y la gente, resulta cuando menos risible. ¿A qué sitios “sacralizados” se refieren? Porque los espacios galerísticos hace ya casi un siglo que han sido desacralizados. Vamos, desde los dadaístas. Me imagino las carcajadas de Christo Javacheff al escuchar eso de llevar el arte a los “transeúntes”. ¿Hasta cuándo con lo mismo, con ese discurso “envejecido”? Más adelante se lee: “También las advertencias científicas sobre la fragilidad del ecosistema han tenido que ser retomadas socialmente. El poder hegemónico fomenta su interés bélico y consumista, y asienta la relación con la naturaleza como un recurso utilitario, sin preservar las condiciones mínimas del entorno vital. Esta plataforma resulta inédita para la proyección de la esfera pública en el mundo contemporáneo”. ¡Por Dios, eso parece un texto de la Mesa Redonda, y no una plataforma conceptual para una bienal de arte contemporáneo! La “fragilidad del ecosistema”, el “poder hegemónico” “bélico” y “consumista”… ¿Qué cosa es eso?, ¿un texto del Granma? No podían haber buscado un tópico más simple y manido, honestamente. Se les fue la musa ¿Y todavía me dicen que esa “plataforma” es “INÉDITA”? Na´, a otro con ese cuento… ja ja.
 
Se mencionan con énfasis en la nota las palabras “experimentación” y “renovación” como un interés manifiesto (ej: “Nuestro país completará la nómina del evento con una fuerte presencia de artistas cubanos, con propuestas también renovadoras y experimentales”). Me temo que hoy día ya todo está inventado. Eso de “renovar” es algo dudoso. En lugar de potenciar la “experimentación” se debería cuidar un poco más la calidad.

Y para rematar, añade el citado documento: “Esta bienal se hará presente en nuestras plazas, parques y espacios citadinos, además de sitios nuevos, que se han sumado a este empeño de llevar el arte al alcance de todos. ¡Y que viva el populismo!, agregaría yo. Así que “llevar el arte al alcance de todos”. ¡Qué utopía! El arte jamás será para “todos”, ni estará al alcance de “todos”. El arte es (y lo será siempre) un fenómeno de élites, de minorías. El resto es puro consignismo.

Eso por no hablar de otros temas, como aquel de “Integración y resistencia en la era global”. ¡Solavaya!

Se siente como un cansancio, un vacío, un poner el tema por ponerlo, porque nos toca… 
 
(La oncena edición se libró del que hubiera sido mi problema “7”, al zafarse del empobrecedor y lacerante Morro-Cabaña. ¡Por fin! No tengo el dato de si fue una iniciativa del comité organizador, o si la Cabaña no quiso ser más la anfitriona. Más bien intuyo que fue lo segundo. Pero da igual, el caso es que ya no estarán allí, lo cual será muy saludable).



PD: Claro que no todo es malo, hay también ciertas virtudes (por ejemplo, en la venidera cita la fuerte presencia que tendrán los jóvenes, eso está muy bien). Sin embargo, para estas notas he querido reparar en las deficiencias, más que en los méritos. Quizás porque habitualmente se insiste en las probidades, dejando a un lado las zonas “turbias”. Y me gusta ir a contracorriente, no puedo evitarlo.  
    

París, marzo de 2012
En las Tuileries
  (A menos de dos meses de la Oncena Bienal de La Habana)
Ilustración: Tai Ma Campos




31 comentarios:

Fortuny dijo...

Esto me hace recordar aquello del que "el Arte no es para entenderlo", una alegata justificando "conceptualmente" a una "forma" ininteligible, yo le añadiría 2es para entendidos en Arte"...

Isis dijo...

Muy buen texto.

Anónimo dijo...

Hola Piter, soy Martha Beatriz. No sabes cuanto me alegra recibir estas consideraciones que haces acerca de algunos temas de interes, en este caso referido a la Bienal.
La verdad es que no encuentro nada para discrepar, coincido en todo lo que planteas, ademas de que me divierto mucho con tu franqueza, tan necesaria y tan escasa.
No solo los jovenes tienen problemas para ser aceptados por los que deciden la participacion en estos eventos, los adultos adultos (todavia no acepto ser un adulto mayor, di tu) tambien nos vemos soslayados, sobre todo si somos autodidactas, con el agravante de que ya no tenemos toda la vida por delante. Y aunque puede ser el caso de que nuestra obra no tenga meritos suficientes, alguno habra que si los tenga, pero todos, sin distincion, somos ignorados. Quizas tambien nosotros mismos nos excluimos. Mi marido me impulsa a que haga una exposicion personal "al margen de cualquier programa" y despues de leer tu comentario mas me insiste.
Estaras de regreso para esa fecha?

Siempre es un placer comunicarme contigo. Un saludo de

Martha Beatriz.

Anónimo dijo...

Enhorabuena !!!
Raiber González

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón.
Iván Soca Pascual

Anónimo dijo...

Eres un látigo, Píter. ¿Qué sería de la cultura, y hasta de la vida de un país, sin la crítica audaz, valiente y sabia?

Un abrazo.
c h i L e

Anónimo dijo...

HOLA Piter¡ Está muy buena tu nota, gracias por siempre tenerme en cuenta. Te veo por allá…oye, yo si creo que el arte puede llegar a todos y es de todos. Aquí las colas son inauditas para los museos. Un beso de Nina Menocal

STAINLESS dijo...

hola piter espero que estes aprobechando tu viaje aunque asi lo creo.He leido
tu texto sobre la Bienal, es fuerte como se debe y muy interesante,cada vez
eres mas tu, te felicito es lo unico que he leido que de verdad hable sobre
ella
saludos de jose Capaz y STAINLESS
nos vemos pronto!!!!

Rubén Ochoa dijo...

Maravilloso análisis... felicidades.
Rubén Ochoa

JULIO FERRER dijo...

Querido Piter. Que buen texto y que buen sentido del humor y critica. Te aplaudo. Un abrazo gigante. Julio

Sigfried Kaden dijo...

Bravo Piter………..saludos cordiales Sigi

ÁLVARO JOSÉ dijo...

Hola Piter, soy el artista de sancti spíritus que te escribió para que vieras mi expo fotográfica en diciembre en collage habana, pero esta vez te escribo para felicitarte por tus acertados criterios sobre la 11 bienal de la habana, coincido plenamente contigo, además reiterio mis felicitaciones no solo por el criterio agudo y sólido, sino además por el valor de expresar sin tapujos tu visión acerca de uno más de los prostituidos eventos artísticos de nuestro entorno....un aparte....soy amigo del chino, el cienfueguero casado con la espirituana que es hija de un gran amigo mío....y nunca supe si pudistes ver mi expo en collage que me dijistes que si podías ivas a pasar por allá....

saludos cordiales....me complacería mucho conocerte cuando regreses de París

Alvaro José

Anónimo dijo...

MI QUERIDO PITER, TENEMOS MUCHOS PUNTOS EN CONTACTO CON TUTEXTO, PERO QUIERO APROVECHAR LA CONEXIÓN, ESCRIBO CON MAYUSCULAS PORQUE SOLOPUEDO USAR LA ZURDA, YA QUE TENGO UNA FISURA EN EL CÚBITO DE LA DERECHA. MEENCANTA LO QUE ESCRIBISTE, YA TE LO COMENTARÉ CON CALMA, PUES HE PARTICIPADO ENLAS BIENALES INCLUSO COMO CORRESPONSAL DE PRENSA, DESDE QUE COMENZÓ LA PRIMERA…. MUCHOS BESITOS, LESBIA

RENE LAZARO LOPEZ BENITEZ dijo...

Muchas gracias por este brillante criterio de lo que esperamos de esta Bienal
ojala no se repitan hechos como la anterior,
saludos y mi afecto,
René

Alexis Miguel Pantoja Pérez dijo...

Hola Piter. Mi colega y amigo Maceo, artista plastico y escultor de
Bayamo, me envio un correo con tu trabajo sobre la bienal y me resulto
exelente y puntilloso . Me gustaria tener contacto contigo . Mi nombre
es Alexis Pantoja y mi obra es en la pintura y dibujo. Puedes ver
obras en facebook, Asi que te mando la invitacion para que puedas
apreciarla y tener algun tipo de contacto. Mi correo habitual es (
paisajeconrio@crisol.cult.cu )
Saludos cordiales .
Alexis

Williams Cruz Perdomo dijo...

genial, eso es una bomba...

Felicidades, si todos los criticos y no críticos hablaran o escribieran como tu...

un saludo grande desde cuba y desde la UCI mi amigo

Williams Cruz

Maylín Alonso dijo...

Muy bueno tu comentario, yo creo que el arte para todos lleva determinadas códigos, mientras que el arte de la minoría tiene igual los suyos implícitos. Sabemos que la alta y la baja cultura deconstruye a partir de los referentes que llevan consigo, es así. Es cierto también que la manera en que se promueve emplazar obras fuera de un espacio sacralizador parece una intención de avant-garde cuando no lo es ya a estas alturas.

Un beso grande, nos vemos.
Maylín

Miguel Ángel Moreno dijo...

Hola como estas, por lo que se ve bien y además trabajando mucho y al tanto de todo lo que nos acontece. Me gusto mucho todo lo que escribiste sobre la bienal, coincido plenamente en todo, además muy valiente, creo que levantaras algunas ronchas pero que se arrasquen. También te agradezco la opinión sobre la obra de Polanco, creo que es muy importante contar con la misma además coincides con la de Héctor que también es muy valida. Cuando estés aquí nos reuniremos y tendremos tiempo de hablar más sobre todo esto pues es muy importante compartir estos criterios y trabajar más cercanos para ubicar a nuevos artistas en el contexto contemporaneo. bueno espero vernos pronto saludos cuidate mucho y un fuerte abrazo.
Migue

Eduardo Abela dijo...

Peter, me cuadro mucho.

Saludos E.A.

José Luis Rodríguez dijo...

EXCELENTES TUS REFLEXIONES AMIGO, Y NO ME DIGAS QUE LA IMAGEN ES UNA OBRA DE TAI, SI ES???????
José Luis

machetico dijo...

Ortega, te faltó una L en Tuilleries.
En Key Largo, FL
(Veintipico de años después de haberme largado de la isla lastimosa).

Piter Ortega dijo...

Es con una sola "l". Abrazos

Orlando Victores Gattorno dijo...

Me parece muy acertado y necesario este acercamiento. Con varios planteamientos estoy plenamente de acuerdo y, sin embargo, podría discrepar con muchas de tus valoraciones (contigo parece ser muy fácil discrepar) pero solo quiero centrarme en lo siguiente: Me gustaría que explicaras con mayores argumentos el tercer aspecto. En dos líneas no me queda suficientemente claro. ¿Quién puede decidir que un artista es o no de vanguardia? ¿Qué entiendes tú por vanguardia? ¿Cuándo consideras tú que se comienza a ser epigonal o de segunda y bajo qué criterios?
Además: es cierto que resulta verdaderamente risible la clasificación de "INÉDITO" al referirse a los hilos temáticos que maneja la Bienal (punto 6), pero ¿hasta qué punto esas preocupaciones que parecen de Mesa Redonda (como tú dices) dejaron de ser temas neurálgicos latentes en el arte contemporáneo a nivel mundial? El hecho de que nos hayan hecho creer durante tanto tiempo que vivimos en una burbuja que se pretende perfecta e intocable no nos da derecho a descalificar problemáticas que sí constituyen hoy temas sensibles para las artes visuales de los países que acuden a este evento. Si se tratara de un evento nacional estoy seguro de que otro gallo cantaría.
En fin, hasta donde sea posible me gusta ser justo, no puedo evitarlo.

Piter Ortega dijo...

Estimado Orlando:
En cuanto al tercer punto de mi texto, situé dos líneas porque no se trata de una tesis de doctorado, sino de un breve comentario sobre un evento cultural específico. No obstante, puedo abundar si lo prefieres. Sobre tu pregunta “¿Quién puede decir que un artista es o no de vanguardia?”, pues te responderé que lo puede decir cualquiera que confíe mínimamente en la solidez de sus conocimientos. Aquí no se trata de “¿qué entiendo yo por vanguardia?”, sino de qué entiende la historiografía y la teoría del arte por vanguardia, porque obviamente en este punto ni tú ni yo descubriremos el agua tibia. Existen al menos dos tipos de vanguardia, una entendida en su acepción histórica, es decir, las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX, y otra entendida como sensibilidad o cualidad de una obra, artista, tendencia, etc., en tanto suponga de oxigenación, conmoción de cimientos, “renovación” (con el peligro que encierra este término). Esta última acepción implicaría la capacidad de una obra o artista para adelantarse a su tiempo, o para situarse en la cúspide dentro del sistema de valores, el horizonte de expectativas y la norma estética imperante en su época. En este sentido “vanguardia” significa “frescura”, “protagonismo” dentro de una generación; implica un criterio de valor, de calidad. En mi texto sobre la bienal aludía a este sentido de “vanguardia”. Puedo demostrarte con 80 páginas, si lo deseas, cuáles son ahora mismo los artistas verdaderamente de vanguardia en el contexto de los países del Sur, y contraponerlos con la pésima calidad de los que vienen habitualmente a nuestra bienal. Y para ello no tengo que acudir a lo que diga la “bibliografía académica”; solo me basta mi ojo y mis conocimientos sobre el arte actual de Asia, América Latina, África...
La pregunta de cuándo una obra es epigonal o de segunda me parece bien ingenua en tanto cuestionamiento. Es obvio que una obra es epigonal dentro de un contexto artístico determinado cuando su calidad es dudosa, cuando al realizar un juicio de valor que la confronte con el panorama del cual emerge, esta no sale muy bien parada, en tanto desluce con respecto a la mayoría, con respecto a los paradigmas estético-conceptuales del momento (atendiendo a criterios de calidad). Esto me parece muy simple, no sé cómo lo asumes como duda.

No obstante, te repito que cada vez que me preguntes “¿Sobre la base de qué criterios planteas tal cosa…?”, te responderé “sobre la base de la autoridad que me brindan mis conocimientos”. Así de egocéntrico, no puede ser de otra manera. Todo ejercicio crítico comporta un acto de vanidad y presunción.

(CONTINÚA DEBAJO...)

Piter Ortega dijo...

Aquí continúo Orlando:
Con respecto a tu último párrafo, tú mismo lo dijiste, mi cuestionamiento va hacia el hecho de presentar como “inédito” algo que no lo es, que no puede serlo de ninguna manera. De modo que en ese sentido, no entiendo la objeción. Si no lo hubieran presentado como “inédito”, no hubiera hablado de ello. Y cuando aludo a la metáfora de la mesa redonda, nunca me refería al tema en sí de la bienal, sino a la manera en que este es redactado y expuesto al público, desde una elementalidad alarmante. Pero más allá de todo eso, te puedo decir que un tema como “Prácticas artísticas e imaginarios sociales”, no forma parte –como tú dices– de los “temas neurálgicos en el arte contemporáneo a nivel mundial”, el cual se dirige cada vez más hacia el hedonismo descomprometido de lo social, la introspección psicológica del individuo, la relación del arte consigo mismo y con su propia historia, o bien hacia dimensiones filosóficas que rebasan (superan) el diálogo con lo social. Así lo atestiguan la más recientes ediciones de la Bienal de Venecia, la Bienal de Sao Paulo, la Bienal del Cairo, la Documenta de Kassel, las ferias Art Forum Berlín, Balelatina, Art Basel, Art Toronto, Arco, Art París, Art Moscow, PINTA New York, etc. (sin duda los macro-eventos de arte de mayor puntería a nivel mundial). Claro que esas mutaciones temáticas del hedonismo y demás son muy viejas (difícil sería hablar hoy de algo “nuevo”); estoy solo diagnosticando lo que observo (en muchos casos con mi presencia directa en varios de dichos eventos), nunca aludiendo a lo “novedoso” versus lo “envejecido”. Esa contraposición la ha tratado de hacer el comité organizador de la bienal, no yo. Con respecto a este punto, también te puedo argumentar dicha tesis en muchas páginas, y pudiéramos situar esta polémica a otro nivel, más elevado (por mi parte, puedo hacerlo desde cualquiera de nuestras revistas culturales, si así te interesa).

Solo me sorprende la pertinencia de tus preguntas, tratándose de un profesor de arte.

Saludos,
Píter Ortega

Orlando Victores Gattorno dijo...

Estimado Píter
Para empezar debo aclarar que mis interrogantes nunca pretendieron ser cuestionamientos u objeciones a la validez de tus enunciados, las preguntas capcionas se las dejo a los despechados que desean destruir y no dialogar. Mi cuestionario es indagatorio y carente de doble filo, busca esclarecer aquellos elementos expresados deliberadamente para que adquieran los fundamentos que merecen. Eso sí, para no caer en el halago fácil y la reverencia complaciente (una cosa es Facebook y otra un blog profesional) no pude ocultar que me resultó parco y deliberado el planteamiento No. 3. Bastan solo dos líneas (a decir verdad ni siquiera las amerita) para hacer comprensible que ya el término bienal es un eufemismo en tanto su frecuencia trienal se ha convertido paradójicamente en la norma. Sin embargo, no hace falta una tesis doctoral para argumentar mínimamente la verdad más evidente sobre la nómina de las bienales.
Habría que preguntarse si el punto 3 no podría establecer alguna relación causal con el 4. Es decir, el factor económico suele ser determinante a la hora de prestigiar cualquier bienal de arte contemporáneo con la presencia de los verdaderos artistas de puntería.
Por otra parte, uno pudiera aventurarse en clasificarlos como trasnochados, pero no podemos decir que Marina Abramovic, Hermann Nitsch o Gabriel Orozco (invitados a esta edición), por ejemplo, son artistas de “segunda” o que no son representativos a nivel internacional.
Obviamente, si hablamos del arte como si fuera una moda, cualquier artista que no convenga con el tipo de imagen que se consume en los eventos hegemónicos, forjadores de tendencias y ordenadores del gusto artístico, está sujeto a ser etiquetado como un epígono.
Sobre los temas propuestos no me cabe duda de que presentarlos como “inéditos” resulta bastante ingenuo.
Sin embargo, no nos engañemos ni engañemos a los que nos leen, lo que se visualiza en todos esos megaeventos internacionales que mencionas no es necesariamente arte de vanguardia, ni podemos, bajo ningún concepto, decidir que lo único que pasa por la mente de los creadores de hoy es lo que se puede apreciar entre el glamour y el vernissage. Como sucede con toda instancia hegemónica, a la sombra de estos megaeventos crece muchas veces la “mala yerba”, las verdaderas propuestas ideoestéticas de vanguardia -no importa qué cara que tengan-. Además, el “hedonismo descomprometido de lo social”, “la introspección psicológica del individuo” o las “dimensiones filosóficas que rebasan (superan) el diálogo con lo social” en tanto tendencias discursivas actuales, no excluyen en modo alguno la posibilidad de establecer juicios de valor sobre las problemáticas del sujeto contemporáneo. Las alusiones al sujeto en el arte de hoy no siempre se canalizan a través de discursos sociológicos o abiertamente críticos.
Finalmente mantengo lo que ya he dicho: más que cuestionar lo que quiero es dialogar, confrontar, contribuir a revivir nuestra tradición de polemizar que tanto se ha perdido. Por lo demás, puedes bajar la guardia, nunca pretendí arrebatarte la porción de capital simbólico que posees en este campo artístico.
Saludos
OVG

Piter Ortega dijo...

Estimado Orlando:
Está claro que Marina Abramovic, Herman Nitsch y Gabriel Orozco son artistas de primera. Pero de 115 artistas que habrá en esta edición, 3 no son una cifra muy significativa o sintomática, por una cuestión matemática elemental. Además, en mi texto dije lo siguiente: “Los artistas que participan casi nunca son los más representativos o de vanguardia en el contexto de los PAÍSES DEL SUR, sino más bien autores epigonales o de segunda”. Y obviamente Herman Nitsch y Gabriel Orozco son bien occidentales, no entran dentro del contexto del sur. Y geográficamente hablando, ni siquiera Marina.
En tu comentario planteas: “Bastan solo dos líneas (a decir verdad ni siquiera las amerita) para hacer comprensible que ya el término bienal es un eufemismo en tanto su frecuencia trienal se ha convertido paradójicamente en la norma”. Yo discrepo, y creo que sí las amerita, pues lo que se esconde no es solo un problema económico, sino también de organización interna, burocracia e ineficiencia ejecutiva. El día que decidan convertirla oficialmente en una trienal, estoy seguro de que entonces ocurrirá cada cuatro años. Es algo que todo el mundo sabe, que se habla constantemente a nivel de pasillos, pero que nadie escribe, pues cada vez que aparecen en nuestras publicaciones textos sobre la bienal estos son meras apologías. Y la palabra escrita es importante en función de fijar para la posteridad el comentario de pasillo.
Luego expones: “Obviamente, si hablamos del arte como si fuera una moda, cualquier artista que no convenga con el tipo de imagen que se consume en los eventos hegemónicos, forjadores de tendencias y ordenadores del gusto artístico, está sujeto a ser etiquetado como un epígono”. Nadie ha hablado del “arte como una moda”. Siempre te dije que hablo primero que todo desde la confianza en mis conocimientos, y en mi ojo, no porque lo dicte un evento sujeto a modismos. No obstante, las grandes Bienales y Ferias de Arte de hoy no creo que respondan a un criterio caprichoso de “modas”, sino a un filtro bien especializado que sabe decantar muy bien el grano de la paja, de la cáscara. Más adelante dices: “…lo que se visualiza en todos esos megaeventos internacionales que mencionas no es necesariamente arte de vanguardia”. Aquí también discrepo. En las bienales y ferias que te mencioné sí que tienen lugar obras y exposiciones de vanguardia, y de las mejores. Esto nos daría para una polémica independiente, bien extensa. En cuanto a que no podemos “decidir que lo único que pasa por la mente de los creadores de hoy es lo que se puede apreciar entre el glamour y el vernissage”, eso no lo he dicho yo, así que tampoco entiendo tu acotación. No obstante, ¿cuál es el problema con el glamour y el vernissage? Recientemente asistí las ferias PINTA New York y Art París, y en ambas vi muy buen arte, pero también un tremendo brindis, mucha bebida por doquier, y por supuesto que me emborraché, y disfruté tremendamente esa borrachera. Eso es también ya, en pleno siglo XXI, inherente a las dinámicas del arte, si quiere ser tal. Ver el arte de hoy sumido en una burbuja de cristal, donde solo importa el universo estético, es un gran error. Sin el marketing el campo estético hoy no puede avanzar solo; no sobrevive.
(CONTINÚA...)

Piter Ortega dijo...

AQUÍ CONTINÚO ORLANDO:

Cuando me dices: “Las alusiones al sujeto en el arte de hoy no siempre se canalizan a través de discursos sociológicos o abiertamente críticos”, tampoco entiendo a qué se debe la aclaración. Esa es una verdad de Perogrullo, tan elemental como intrascendente. Lo que critico al Comité Organizador de la Bienal no es que aludan a problemáticas relacionadas con el “sujeto en el arte de hoy”, sino que digan que “el arte debe salir a la calle”, “buscar al transeúnte”, “desacralizar los espacios galerísticos”, todo un discurso avejentado, arcaico, penoso a estas alturas del campeonato. Por suerte al final a los artistas les resbala toda esa baba maloliente.
Sobre lo último: “puedes bajar la guardia, nunca pretendí arrebatarte la porción de capital simbólico que posees en este campo artístico”, sería ridículo que temiera a eso. Mi ego no me permite regalarme ese tipo de temor. De cualquier modo, he perdido bastante tiempo con este diálogo, y tengo muchas cosas que hacer.
Saludos,
Píter Ortega

Orlando Victores Gattorno dijo...

Oh!, estimado Píter
Pensé que te agradaría la polémica. Me decepciona saber que finalmente no fue así. Creo que debí haber empleado los mejores halagos desde el principio.
De todas formas, gracias por dedicarme esos extensos párrafos de tu valioso tiempo
Saludos cordiales
OVG

P.D.: Por el contrario yo no creo que haya perdido el tiempo contigo, a pesar de que tengo también mucho trabajo. Pienso que he aprendido mucho de ti. También me he divertido mucho. Gracias por citarme tanto.

Orlando Victores Gattorno dijo...

Solo aclaraciones:
Estimado Píter,
Concuerdo con lo de Abramovic y compañía. Sin embargo, aclaré que se trata solo de ejemplos. Además, me sorprende que sigas hablando en términos de Occidental, Sur, etc. cuando bien se conoce que en el mundo de hoy la tan llevada y traída Globalización ha venido a desdibujar varios límites, no solo los geográficos.
Con lo de la moda me refería a que hablas de los discursos contemporáneos excluyendo todo lo que no entre en los moldes: “hedonismo descomprometido de lo social”, “introspección psicológica”, por solo mencionar algunos. La contemporaneidad es más rica, tiene sus matices, todo el mundo no tiene que pensar o crear de la misma manera.
Sobre si predomina o no un arte vanguardista a nivel de los mega-eventos creo que no tenga sentido querer convencernos el uno al otro. Realmente me encantaría seguir debatiendo sobre el término vanguardia, para empezar, en el arte de hoy. Sería sumamente interesante.
Respecto al glamour y al vernissage no tengo ninguna objeción, yo también los disfruto aunque no logro emborracharme. Es evidente que usé los términos como metáforas para simbolizar a los megaeventos.
No me parece necesario que aclare demasiado esto: “Las alusiones al sujeto en el arte de hoy no siempre se canalizan a través de discursos sociológicos o abiertamente críticos”, parecería tautológico. Sería desatinado aseverar que por ser hedonista, divertido o por “mirarse el ombligo” al artista de hoy deja de preocuparle los espacios que habita.
En esencia no tengo nada que discrepar con lo que dices de las pretensiones del Comité Organizador de la Bienal.
Hasta la próxima
Saludos
OVG

Piter Ortega dijo...

Estimado Orlando:
Ahora sí que resultas patético, no me cabe otra palabra. Así que me vas a enseñar lo que es la globalización !!!!! Eso me da risa.
Por mucho que se hayan transnacionalizado las experiencias culturales y del lenguaje, siguen existiendo límites muy claros entre Occidente y el resto de las culturas. La "occidentalización del planeta" o la "mundialización del proyecto de Occidente" (como le quieras llamar) es un proceso todavía inconcluso, apenas en ciernes, y tardará mucho tiempo en consumarse del todo. Deberías saberlo tú que eres tan "letrado" y "académico".
Cuando hablo del "hedonismo descomprometido de lo social" no trato de imponer ningún "molde", y "excluir todo lo que no entre en él". Estás fabulando cosas que no dije. No se trata de un molde, sino de una propensión a escala internacional, la que, como todas las abstracciones y generalizaciones, tiene salvedades.
Tampoco he dicho que por "mirarse al ombligo" al artista de hoy "dejan de preocuparle los espacios que habita". Esa es otra de tus invenciones. Siempre he apuntado en todos mis textos que el hecho de "mirase al ombligo" implica también una actitud política y de rebeldía, desde la evasión. He escrito que el hecho de no querer mirar de frente al "monstruo" implica que algo gordo está sucediendo, y supone una denuncia bien marcada, aunque de manera oblicua, no desde el enfrentamiento directo. Algo muy fácil de entender también, al menos para el lector avesado.
Normalmente me agrada la polémica, pero con personas de un pensamiento agudo, y desgraciadamente me he dado cuenta de que no es tu caso. Por eso con esta no me he divertido, sino más bien todo lo contrario, me ha resultado tediosa.
Con respecto a "gracias por citarme tanto", es cierto que fue un error de mi parte, solo te he legitimado con ello. Hubiese sido mejor dejarte tranquilo en el más rancio anonimato, donde que habitas.
En relación con el cinismo de que debiste "alabarme" desde el principio, realmente te lo puedes ahorrar, no te quedan bien las poses irónicas (en ti suenan pueriles, ni para eso tienes gracia). Tanto tu elogio como tu cuestionamiento me son verdaderamente intranscendentes. Al final, al cabo de este debate me pregunto "¿quién es Orlando Victores Gattorno?", y la respuesta es bien anodina.
En mi mensaje anterior te dije que no escribiría más, para no perder mi tiempo, y volví a caer en la misma tontería. Ahora te lo diré de una manera más categórica: la próxima línea que escribas no será publicada en mi blog, porque en definitiva es mío, y en él publico lo que se me antoje. Sería algo así como un abuso de poder. Me gusta llamarle de ese modo.
Saludos, ya no tan cordiales,
Píter