martes, 24 de abril de 2012

Sobre un “fantasma” peligroso


 
Recientemente llegó a mi buzón de gmail el siguiente mensaje, enviado a Diversidad Sexual del CENESEX por un señor llamado Alfonso Chacón Martin. Por su gravedad, lo reproduzco a continuación, y posteriormente les ofrezco mis consideraciones al respecto:

De: Anfonso Chacon Martin [mailto:Anfonso@trdcaribe.co.cu]
Enviado el: miércoles, 18 de abril de 2012 12:33
Para: Diversidad Sexual CENESEX
Asunto: RE: Opinión
Los locos dicen que no están locos, los presos dicen que son inocentes, los alcohólicos que no lo son, los ladrones que están luchando, los enanos que el perfume bueno viene en frasco chiquito y así un sin número de justificaciones hasta llegar a que la homosexualidad es normal. Según documentales en Pasajes a los desconocido son alteraciones metabólicas reales que hacen que un individuo tenga más o menos hormonas femeninas o masculinas y por consecuencias la atracción de a uno u otro sexo; esto es a grandes rasgos la explicación de lo que ahora llaman orientación sexual. La naturaleza es sabia y nos hizo diferentes para evolucionar en la especie si ella hubiera querido satisfacer las necesidades enfermizas de unos y las aberraciones de otros nos hubiera hecho iguales. No me importan las relaciones homosexuales de los individuos que así se manifiesten con el respeto que exige la convivencia social, o ¿es que tiene un menor de edad ver lo que el CENESEX llama relaciones normales en todos los medios?
Esta relaciones es necesario que se entienda que son COMUNES pero no son normales, normal es la naturaleza, o es que ven normal los compañeros y compañeras del CENESEX la pedofilia, al paso que van las interpretaciones y la exagerada y continua manifestación de homosexualismo para la aceptación de la sociedad, que si se ve enfermizo ese trabajo de divulgación. Ya olvidaron el niño hace mas lo que ve hacer que lo que dicen que haga, si los niños de escuelas y círculos ven estas manifestaciones groseras de amor homosexual en la calle y alguna que otra justificada por la profesionalidad del padre o la madre en la casa o en casa del vecino, estamos orientando o incitando a esos pequeños a que satisfagan sus necesidades sexuales con lo que tengan a mano pues a esa edad que entienden ellos de lo que hablan los Master, Licenciados, Premios Nóbel, Doctores, que lo que están defendiendo son más fantasías sexuales que espiritualidades. Creo que deben llamarse a capítulo, aceptación es capacidad interpretativa de los sucesos comunes, NO VENDER COCACOLA, LA Revolución necesita de la voluntad y sacrificio de los hombres y mujeres que cada día piensan en dar lo mejor de ellos para todos y a esos no hay que miran que orientación sexual tienen para aceptarlos.
Conozco profesionales homosexuales que esa propaganda a ellos les da más vergüenza que otra cosa y he visto homosexuales que denigran el trabajo que Uds. hacen, es una vergüenza para la sociedad y la revolución, creo que tienen la tapa de la caja de Pandora en la mano, busquen o hagan estadísticas se los recomiendo.

Cuando leí este mensaje, y descubrí semejantes desatinos, pensé que lo mejor era no hacer caso de tales ignorancias, y no perder mi tiempo contestando un criterio de sabor medieval. Sin embargo, he decidido escribir estas reflexiones por una razón muy precisa, y es que desgraciadamente esa no es solo una opinión aislada y puntual, sino que se hace eco de muchos prejuicios que todavía subsisten en nuestra sociedad en relación con el tema, y que sostienen aún muchísimas personas, aunque a veces nos duela reconocerlo.

Lo primero que me queda clarísimo a simple vista es que este señor tiene delante de sí un gran fantasma que le perturba, un temor a constatar su efigie en el espejo, y descubrir un “otro yo” que se niega a aceptar, porque le causa pánico. De ahí que asuma como estrategia la de satanizar públicamente esa orientación que debe esconder a toda costa. Atacar en público dichas inclinaciones del deseo, equivale a reforzar esa virilidad y hombría que no descansa sobre bases muy seguras, y por tanto necesita ser gritada a los cuatro vientos. Eso está clarísimo: detrás de un extremista se esconde un oportunista. Ya lo han dicho muchos estudiosos del tema: la homofobia no es más que el temor a ser descubierto.

Resulta curioso cómo todavía, a estas alturas de la vida, se sostiene que la finalidad última de la unión entre dos personas es la reproducción, para garantizar así el “mantenimiento de la especie humana”. Me parece ridículo tener que hablar de esto en pleno siglo XXI, pero no me queda otra. Cuando dos personas deciden unirse, el móvil de esa unión es alcanzar el amor, la felicidad, el placer físico y espiritual; la reproducción es solo la consecuencia de ese amor, nunca el fin en sí mismo. Es justamente esa una de las cualidades que nos diferencian del resto de los animales (o al menos de la mayoría de ellos).

Las palabras de Alfonso están ancladas en un concepto de familia que resulta esquemático, primario y simplificador, y deriva de esa noción patriarcal, heteronormativa, falocéntrica, misógina y homófoba, según la cual un hombre y una mujer se casan, viven juntos y dejan detrás una descendencia. ¿Acaso un hombre y una mujer que no logren tener hijos, no podrán nunca constituir una familia?

Pero lo más alarmante es la noción de las “alteraciones metabólicas”. Es obvio que en la orientación sexual influyen factores de tipo cultural, social, antropológico, psicológico e incluso biológico. Y teniendo en cuenta este último, es claro que pueden haber determinaciones hormonales de un tipo o de otro. Pero de ahí a llamarle “alteraciones” a estos condicionamientos hormonales, va un buen trecho. La palabra “alteración” implica que se establece una comparación con un supuesto modelo de “normalidad” o de “orden”, y ese paralelo es muy peligroso, por fascista y excluyente. ¿Qué es lo “normal” y qué no lo es?, y ¿sobre la base de qué criterios de sostiene tal clasificación? Hace mucho rato que la homosexualidad dejó de tener una connotación patológica/clínica, y se entiende como una orientación legítima del deseo, como parte de una diversidad que desborda cualquier esquema. Se trata simplemente de una cuestión de elección personal, que no debe molestar ni afectar a nadie en tanto concierne a la intimidad de dos. Que una actitud sexual impúdica en público resulta desagradable, estoy de acuerdo, pero lo es tanto entre dos gays como entre dos heterosexuales. La cuestión tiene que ver con un problema de educación y respeto al otro, con nociones elementales de convivencia en sociedad, pero no con la preferencia sexual.

Estoy cansado de escuchar el criterio de que los niños no pueden “ver”, no deben “oír” sobre el asunto, como si se tratara de una epidemia que se contagia. Un amigo que trabaja en el ICRT me contaba cómo a propósito de algunas telenovelas cubanas que han abordado el tema de relaciones homoeróticas, llegaban a la televisión muchísimas cartas de personas irritadas porque “los niños podían ver eso”, y era algo que les preocupaba. Creo que aquí el prejuicio sale a flor de piel, se hace más que evidente. Si se debe esconder algo a los pequeños, o no hablar de eso, es porque ese “algo” se considera reprobable, o porque lo entendemos como una opción que nuestros hijos no deben elegir, y por tanto hay que evitársela a toda costa, para que no se enfrente con ella. Y yo me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué a los padres no les molesta que sus hijos vean una escena de amor heterosexual en las telenovelas? ¿Por qué en esa dirección no hay cartas ni protestas? Pues porque resulta el “modelo a seguir”, el “patrón de lo correcto”. Sus hijos cuando adultos deberán seguir esa conducta, porque es “lo natural”, y entonces es bueno que la vean reflejada en pantalla. Lo que se salga de ese esquema no debe ser visto. Con ello se está imponiendo a los pequeños una heterosexualidad forzada, que no necesariamente resultará de una elección personal que parta de la diversidad, sino que estará fuertemente condicionada por una voz sociocultural y familiar que dicta las pautas a seguir de manera irremediable. Entonces vendrán en la adolescencia las primeras novias, pero luego ese joven escogerá su propio camino, y sabrá enfrentarse a los “cánones”, hacerlos añicos. Se dará cuenta de que toda norma no es más que el pretexto para su propia infracción (Jan Mukařovský). Pero dicho proceso de autorreconocimiento resulta muchas veces duro, traumático, pues en ocasiones el joven tiene el prejuicio homofóbico enraizado en su propio sistema de valores, y despojarse de él no le es tan fácil. Sería algo así como la homofobia desde la homosexualidad.

Para aquellos jóvenes cuya orientación termina siendo auténticamente heterosexual, el prejuicio les impedirá muchas veces entablar vínculos de amistad con aquellos que poseen una orientación diferente. Y para los que decidan amar a las personas de su mismo sexo, será duro el enfrentamiento con la homofobia familiar y social imperante. Y son justamente algunos padres los que hacen que sea más doloroso este proceso, al ocultar el tema desde la niñez, al decidir no “hablar de eso”. Muchas veces son ellos los responsables de que sus hijos sufran, de que no tengan la valentía suficiente para asumir su sexualidad con dignidad, o de que alimenten un sentimiento de culpa de por vida. Sentimiento que tiene su germen o su base en la niñez, al satanizar los adultos, delante de los pequeños, algo que estos deberían entender o aprehender como libre elección.

Por más que se obligue al niño a jugar a la pelota y a practicar boxeo, se le enseñe a “cogerle la boca” a la vecinita, porque eso es “cosa de hombres”, o se le diga “que los hombres no lloran”…, por más que todo eso ocurra, repito, nada va a impedir que ese niño cuando adulto escoja la orientación sexual en la que se siente más a gusto. Todos esos estereotipos lo que hacen es demorar más el proceso, pero nunca impedirlo.

Pienso entonces que lo más saludable es dejar que el pequeño vea la escena de las dos lesbianas o los dos gays que se aman en la telenovela, o que andan de brazos en la calle. Como mismo deben ver que esto ocurre entre un hombre y una mujer. Así entenderá desde chico que la diversidad es legítima, y aprenderá a respetarla, y por tanto a respetar sus auténticas orientaciones del deseo. Cuando pregunte, se le explica que como mismo mamá está con papá, es posible que tío esté con un amigo al que ama, porque así es feliz, y no hay nada más importante en este mundo que la felicidad. De este modo ese pequeño crecerá sabiendo que existe un abanico de posibilidades bien amplio, y solo él decidirá, sin imposiciones, cuál es el camino que quiere para sí cuando sea adulto. El mismo error sería si viviéramos en una sociedad donde la mayoría fuésemos homosexuales, y nos molestara que nuestros hijos vieran una escena de amor hetero en pantalla. Ambos son extremos inquisitoriales.

Impedir que el niño vea una escena gay, o que juegue con el vecino porque “está flojo”, se convierte en un conflicto tan grave como el que implica que el padre le diga “no andes con fulano porque es negro”. Todas las formas de exclusión son muy nocivas.

Me temo que la caja de Pandora la ha abierto usted, señor Chacón, en tanto ha puesto al descubierto y ha hecho públicos su fobia, su odio visceral, sus temores, sus “secretos”. Por suerte la sociedad cubana está cambiando, y entre esos cambios se ubica el hecho de que cada día aumenta mucho más su cultura en materia de entendimiento y aceptación sexual, gracias en primer lugar a la encomiable labor del CENESEX, esa que a usted le parece “denigrante”, y que a mí me resulta maravillosa. Me da pena sobre todo con sus hijos, que serán víctimas de una educación autoritaria y despótica, enferma. Sí, porque como muy lúcidamente ha proclamado el CENESEX, la homosexualidad no es una enfermedad, pero la homofobia sí.   

Usted alega que el trabajo que realiza el CENESEX es “una vergüenza para la sociedad y la revolución”. Yo le diría que la Revolución debe sentirse avergonzada de que existan en Cuba sujetos como usted. Un día llegará en que las discriminaciones de cualquier tipo serán incluidas en el código penal. Ese día, siento que no muy lejano, los individuos como usted serán llamados a capítulo.

23 de abril de 2012.

PD: Posteriormente el tipo se ha retractado públicamente de las ofensas emitidas, pero no creo que ese “arrepentimiento” sea sincero, sino más bien condicionado por la presión de las tantas respuestas y la enorme polémica que le vino encima. Así no vale. 

(Fotografía: Erwin Olaf)


9 comentarios:

Marta Sánchez dijo...

Muy bien respondido amigo, casualmente hoy estaba conversando con una socia sobre los casos de discriminación sexual que en cualquier extremo son perversos porque solo ocasionan dolor, o heridas, entre aquellos que no "militan" en el otro bando. Y como bien dices, las discriminaciones deberían archivarse todas (raciales, sexuales, de cualquier tipo) en el mismo armario, por eso deberían ser colocadas, y algún día lo estarán, en un mismo Código Penal. Lindo será el mundo el día en que los seres humanos no miremos exteriores sino cualidades, empatía, alma, mística, y por tanto amor, complementariedad, respeto.
Un beso y abrazo gigante
Martica

Maylín Alonso dijo...

Sin palabras Píter, es increíble como el discurso rancio enlatado en este país no rebasa los esquemas y cómo la gente funciona todavía con un pensamiento quinqueniano y fascista como bien dices tú.
Por favor, hasta cuándo!!!!!!????????

Anónimo dijo...

Bien por ti.

Lo que más me jode de este hombre es esa historia de revolución respetando la norma o lo normal, ya no la ley.

Seguir la norma en todo caso de la vida social y personal debe ser una opción, no una ley.

De todas formas creo que una opinión homofóbica no esconde siempre a un deseo de fondo sea cual fuere este, muestra algo peor que a un reprimido, muestra a u represor.

Un abrazo.

Jesus.

Anónimo dijo...

HOLA PITER: MUY BIEN POR TI; EXCELENTE LA RESPUESTA PARA EL SEÑOR CHACON. CUANDO VUELVES A TU CUBITA? QUIEROS; FABIO.

Rafaela Pernas Becerra dijo...

Hola Piter, no tengo ninguna aportaciòn que hacerle a tu escrito porque està muy contundente en cuanto a respuesta a ese loco señor, pero te dirè algo, yo sufro lo indecible en España. Es un paìs plado de prejuicios, es un campo minado y la homofobia ni que decirte, el recièn estrenado presidente, mediocre, conservador y no sè cuantas cosas màs, es el primero que esta tratando de imponer leyes en este orden, y se rumora de èl lo que se rumora, debes suponer, asì no avanzamos, no sòlo en Cuba, en Europa es horrible esto, entonces a dònde vamos a parar, por supuesto aquì existen personas con lo pies bien puestos pero la doble moral entre otras cosas realmente es una pasada, muchas gracias por mantenerme actualizada, eres un buen amigo, por eso donde quiera que estè siempre te recuerdo, muchos besos, Rafaela.

Andy Rivero dijo...

Piter



Tu texto sobre la Bienal que lei anteriormente y este sobre la homofobia, respondiendo a este señor, me parecen una vez mas excelentes y demuestra tu capacidad de inteligencia,de tu preparación a enfrentar cualquier tema .

Como siempre un abrazo

Gracias

Andy

Jorge Restrepo dijo...

Brillante, simplemente brillante, pertinente y acertado Píter,
Un gran abrazo y admiración, creo que hizo lo correcto; ante un mensaje absurdo, es necesaria una voz orientadora para los que podrían dejarse influir por un texto tan flojo y absurdo como el del señor Chacón,

Jorge Restrepo

Lilian Carrasco dijo...

Corazón!!! No podía dejar de escribirte para felicitarte por la buena respuesta que has dado. No sólo por la forma magistral con que desarrollas los puntos a tratar, sino y sobre todo, por cómo has defendido un tema tan sui generis y que la verdad ya es hora de que adquiera un mayor respeto y sensibilidad por la socidad de la que somos parte. En efecto, necesitamos estar conscientes de ese abanico de posibilidades que tenemos y saber que la felicidad ha de ser nuestro objetivo más que todo en el mundo.

Un abrazo grande, te admiro y quiero un pocotón!!

Muazzz,

Lily

Pd: me da deseos de publicar esto bien grande en este país tan ignorante y con una visión tan catolicista que hace daño! Pero mientras, lo compartiré con buena parte de mis contactos tan pronto logre el internet en casa!!!

Anónimo dijo...

Peter m encanto esta respuesta contundente a este señor. Si en la vida todos fueramos iguales q aburrida seria. Cada cual define su camino y no perdemos nuestras virtudes x ello. Respuesta habil e inteligente. Gracias x cada palabra...... suerte en tus nuevos horizontes......